19 de mayo de 2025

 

Dajabón, República Dominicana.

En un recorrido que abarcó varios puntos estratégicos de la frontera sur, el presidente Luis Abinader lanzó este jueves un mensaje claro y desafiante a Amnistía Internacional: que trasladen su atención hacia Haití, país sumido en una profunda crisis humanitaria y política.

El mandatario reaccionó con firmeza ante la solicitud del organismo internacional, que pidió la derogación del protocolo migratorio que restringe el acceso a servicios hospitalarios para ciudadanos haitianos en situación irregular. La respuesta de Abinader no se hizo esperar:

“A Amnistía Internacional yo le respondo que vaya a trabajar en Haití, que vayan a ocuparse de la situación de los Derechos Humanos en Haití.

Que no abandonen a Haití, y que la comunidad internacional también lo haga. Mi responsabilidad es defender a la República Dominicana”, expresó con determinación el jefe de Estado mientras ofrecía declaraciones a la prensa en la provincia fronteriza de Dajabón.

Supervisión fronteriza y despliegue militar

Acompañado del ministro de Defensa, Carlos Antonio Fernández Onofre, y del comandante general del Ejército, Iván Camino Pérez, Abinader encabezó un recorrido por la zona fronteriza que incluyó la supervisión del muro que se construye para reforzar el control migratorio entre ambos países.

La gira presidencial continuó hacia otras localidades claves como Elías Piña, Jimaní y Pedernales, donde se prevé que el mandatario inspeccione instalaciones turísticas en desarrollo, particularmente en Cabo Rojo, zona estratégica para los planes de desarrollo turístico del Gobierno.

Durante el recorrido, fue notoria la presencia de un amplio despliegue militar. Soldados del Ejército de la República Dominicana reforzaron el perímetro fronterizo, sumándose a los efectivos ya apostados en la zona.

El objetivo principal: contener el flujo migratorio irregular desde Haití y frenar otras actividades ilícitas como el tráfico de personas y el contrabando.

Soberanía y seguridad como prioridad

El presidente Abinader ha hecho de la seguridad fronteriza uno de los pilares de su administración. Frente al agravamiento de la situación en Haití —caracterizada por el colapso institucional, violencia de pandillas y crisis humanitaria—, el gobierno dominicano ha endurecido sus medidas de control migratorio, lo que ha generado reacciones de organismos internacionales que han cuestionado el enfoque adoptado.

No obstante, el mandatario insiste en que su deber es con los dominicanos y con la soberanía nacional, y que la comunidad internacional no puede seguir ignorando la situación en Haití.

“La responsabilidad de la comunidad internacional es ayudar a Haití, no criticar a quienes estamos asumiendo solos las consecuencias del caos al otro lado de la frontera”, reiteró.

Con este mensaje, Abinader cierra filas en torno a una política de frontera firme, en medio de crecientes tensiones internacionales y en un momento en que su liderazgo busca reafirmarse como garante de la seguridad nacional.

 

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