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Las autoridades de Isla Turcas y Caicos apresan y devuelven a su país a 32 migrantes de haitianos que intentaron penetrar ilegalmente a su territorio en una frágil embarcación que salió de Haití.
Las Real Fuerza de Policía de las Islas Turcas y Caicos (RTCIPF) dio a conocer que ha procesado a 32 migrantes haitianos, entre los cuales se encuentran dos mujeres y 30 hombres
La detención tuvo lugar tras la interceptación de una embarcación la semana pasada, cerca de Bird Rock, en Leeward Settlement, en Providenciales. Este suceso forma parte de una serie de operaciones que las autoridades llevan a cabo en respuesta a la crisis migratoria que afecta a la región.
Los guardacostas, a bordo del Sea Pursuit, realizaron la interceptación y entregaron a los migrantes al Grupo Operativo de Inmigración para su correspondiente procesamiento.
Este evento marca la decimoquinta operación de este tipo en lo que va del año, un reflejo de la creciente presión que enfrenta el archipiélago ante la afluencia de inmigrantes.
Según los datos proporcionados por la Policía de las Islas Turcas y Caicos, el número total de inmigrantes ilegales detenidos en 2023 asciende a 1.142, una cifra que incluye 947 hombres, 195 mujeres y 24 niños.
Este número representa una notable disminución en comparación con el año pasado, cuando las autoridades registraron un alarmante total de 4.016 detenciones.
El subcomisario de la Policía en funciones, Mat Newton, destacó que esta reducción es alentadora, pero enfatizó que la lucha contra el tráfico ilegal de personas continúa siendo una prioridad
“Seguiremos colaborando estrechamente con aliados nacionales e internacionales para disuadir a la gente de realizar estos peligrosos viajes y perseguir a las bandas que facilitan el tráfico ilegal”, comentó en una reciente rueda de prensa.
La situación en Haití, marcada por la inestabilidad y el deterioro social, ha exacerbado la crisis migratoria. En marzo, el Gobierno británico anunció un incremento en el apoyo a las Islas Turcas y Caicos, buscando fortalecer la seguridad fronteriza y proteger a la población local ante el aumento de intentos de entrada ilegal.
La historia de estos 32 migrantes es solo un capítulo en la compleja narrativa de la migración en el Caribe.
Muchos de ellos llegan con la esperanza de encontrar un futuro mejor, pero deben enfrentar no solo la adversidad del viaje, sino también el rigor de las leyes de inmigración en su destino
Las autoridades locales, por su parte, se ven en la necesidad de equilibrar la seguridad con la compasión en un contexto donde cada número en las estadísticas representa a una persona con sueños y esperanzas.
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