21 de mayo de 2025

Por: Rafael R. Ramírez Ferreira

Lograr el bienestar de la Patria,

es la cúspide de la felicidad

humana.

  1. de Miranda.

Desde la semana pasada deseaba hablar sobre este tema, pero, el interés por lo que sucede en el Oeste, siempre está y estará en primer orden. Por eso, hoy, me permito hablar sobre el millonario y tenebroso tema del transporte en este país.

Así como es sabido que el todo no es mas que el conjunto de cosas que hacen de la cosa lo que la cosa es, hoy estamos en los umbrales de un peligro bochornoso que día a día adquiere más categoría de peligro inminente que va más allá de simples teorías que obviamente obnubila el buen pensar sobre el camino que nos lleve a poner el orden en el tránsito, muy a pesar, de que ya, una vez, se demostró lo que se necesitaba para resolverlo o mantenerlo bajo control y que, los falsos protagonismos e intereses mercuriales no quieren ver hacía atrás cuando casi se logró ese objetivo, a pesar de todas las presiones.

Pero, como expresó en su momento Manuel Belgrano; “Me hierve la sangre, al observar tantos obstáculos, debilidades, que se vencerían rápidamente, si hubiera un poco de interés por la Patria”, si ombe, por la Patria carajo.

De continuar por este camino, andaremos por las calles evadiendo las vacas y demás animales de dos patas, tal y como ocurre en otros países que hasta bombas nucleares poseen, pero, el caos del transito los hacen parecer turbas desbordadas huyendo de un sunami y para allá, vamos en camino.

Y a pesar de las mal querencias y comentarios discriminatorios, continuaremos exigiendo la solución de este problema, porque en él está nuestro presente y futuro, razón por la cual,digo aquellas palabras puestas en boca de Úrsula, por el gran Gabo en sus Cien años de Soledad; “…Si es necesario que yo muera para que se queden aquí, me muero”.

Recuerdo las quejas de los de siempre cuando el fenecido Hamlet Herman y el general Candelier, de que “eso no se puede”; “Que es imposible las guaguas transitar en sentido contrario” y cuantos obstáculos pudieron inventar, pero al final, “Eppur si muove”.

Después de eso, los políticos han creado unos cinco organismos que solo han servido para acrecentar la burocracia, pero, es imposible olvidar, que la debacle de los Amet  comenzó cuando a la policía, si, la misma institución que albergaba a los famosos y corruptos “tráficos”, inició, junto a determinados políticos, el “lobismo” para anexarse la autoridad sobre estos, al igual que presionaron para revivir el corrupto departamento de antinarcóticos, aunque con otro nombre y, de todos es conocido el resultado en ambos casos.

Volvieron a entrenar esta unidad con los antiguos tráficos como adiestradores y después, para tratar determinada situación en las calles, crearon nuevos adefesios a funcionales, como es el caso de Las Águilas, con el único propósito de evitar que los motoristas utilizaran los elevados.

Lo cierto es que cualquier bisoño puede pronosticar hacia dónde vamos con relación al tránsito terrestre, lo difícil es hacerle entender a los políticos y faranduleros, la gravedad del problema.

Se confunden y nos confunden, porque una cosa es registrar las motos como motivo principal para la cacareada seguridad ciudadana, sin hablar del problema de las licencias. Han hecho un solo paquete, por qué; ¿pueden registrar el motor sin la licencia?

Pues parece que no, ya que con la matricula del motor, la cedula, un casco protector y 600 pesos la obtienen sin que asistan a ningún seminario, taller o examen que certifique que en realidad están capacitados para conducir por nuestras calles, ¿o, todo se reduce a recabar impuestos? ¿Será por ahí que comienza el gran problema?Es decir, ¿Qué sea la ignorancia que modere su comportamiento salvaje?¡Así, se da a entender! ¡Sí señor!

 

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