Escrito por: Ignacio Mullix Aunque no muy claro, se puede observar la corriente que pasa por el Canal
Escrito por: Ignacio Mullix
Aunque no muy claro, se puede observar la corriente que pasa por el Canal de la Mona continuando hacia el Oeste vía la costa Sur de la Isla Española.
Cuando el controlador de servicio en Torre Las Américas, Alfredo Letchorn, ordenó a la tripulación del pesado DC-8-63 de Iberia, que se mantuviera fuera de la pista, jamás le pasó por la cabeza que sería la última vez que vería el DC-9-10 de Dominicana, avión que observaba cuando se inclinaba sobre su ala derecha cayendo al mar, justo al Sur del islote La Matica de Boca Chica, despareciendo para siempre en el fondo del mar.
Las primeras unidades de rescate en llagar a la escena del accidente fueron yolas pescadores que operaban cerca del sitio del impacto del aparato. Luego llegaron las lanchas del Club Náutico de Boca Chica, cumpliendo una de las primeras tareas en el manejo de la escena de un accidente de aviación que es rescatar sobrevivientes, tarea que no se cumplió debido a que no lo hubo.
Rápidamente la oscuridad cubrió la zona cuando comenzaban a llegar a la zona unidades de la Marina de Guerra y helicópteros de la Fuerza Aérea Dominicana. La noticia corrió como pólvora, y poco después las emisoras daban a conocer las primeras informaciones sobre la tragedia que sumió al país en un profundo pesar. Al dia siguiente, a las 8:00 a.m. un DC-6 de CDA al mando del Capitán Eddy Tineo realizaba el vuelo DOA-601, cruzando sobre la escena del accidente, mientras las tareas de rescate se desarrollaban en el sitio del accidente.
Un DC-9-10 de IBERIA, semejante al accidentado de CDA, adquirido precisamente de IBERIA, empresa que cobró el seguro del aparato accidentado debido a que CDA apenas tenia tres meses operandolo.
A propósito de este accidente, el peor evento de este tipo ocurrido a CDA, un buen amigo muy curioso por cierto, me preguntó que donde pudieran estar los restos del DC-9-10. A su pregunta le dije que tengo entendido que fueron muy pocas las partes del avión que se recuperaron. Estas fueron en su mayoría, partes livianas capaces de flotar incluyendo chalecos salvavidas sin usuarios y algunos asientos. La caja negra que nunca se encontró. En cuanto a restos humanos, cuerpos y partes de cuerpos, fueron recuperados en la escena del evento y en la zona costera al Oeste de sitio de impacto. Los restos humanos fueron trasladados al Instituto Anatómico de la Universidad Autónoma de Santo Domingo UASD, donde se cumplió con la penosa tarea de identificación de las víctimas.
A pesar de que existe la posibilidad de que las partes pesadas del avión, como la estructuras de los motores, trenes y otros, como es natural fueron al fondo. Sin embargo, la mayoría de los restos del aparato y víctimas fueron arrastrados por una de las componentes de una fuerte corriente marina que pasa al Sur de la costa de la isla siguiendo al Golfo de Mexico, luego de pasar por el Canal de la Mona y la costa Sur de la isla.