19 de mayo de 2025

Diario de NY

Desde que Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos, el número de migrantes detenidos ha alcanzado cifras alarmantes. Más de 130,000 personas han sido detenidas en lo que parece ser un cumplimiento riguroso de sus promesas de campaña:

una política migratoria severa que busca la expulsión de indocumentados de manera masiva. De estos detenidos, alrededor de 100,000 han sido deportados, en un esfuerzo por frenar el flujo migratorio y enviar un mensaje claro sobre la postura de su administración en torno a la inmigración.

Según una fuente cercana al Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., la mayoría de los migrantes detenidos han sido enviados de regreso a México. Sin embargo, también se ha confirmado que algunos han sido trasladados a centros de confinamiento en otras áreas, como el Centro de Confinamiento del T.

Estas políticas, que comenzaron a implementarse en los primeros días de la presidencia de Trump, están marcando un antes y un después en el tratamiento de la migración irregular en el país.

Durante los primeros 50 días de la administración Trump, las autoridades arrestaron a más de 32,000 migrantes.

Este ritmo de detenciones sigue en aumento, y aunque los números fluctúan, el objetivo sigue siendo claro: cumplir la promesa de expulsar a los indocumentados, especialmente aquellos con vínculos con pandillas, como el caso de los migrantes vinculados al Tren de Aragua, un grupo acusado de actividades criminales en América Latina. Sin embargo, las pruebas sobre estos vínculos han sido pocas y débiles.

Una de las medidas más controversias empleadas por la administración Trump ha sido la invocación de una antigua ley que permite la expulsión inmediata de lo que se denomina «enemigos extranjeros».

Esta ley ha sido utilizada principalmente contra los migrantes venezolanos, a quienes se les acusa de ser parte de la mencionada pandilla. A pesar de la falta de evidencia contundente, el gobierno ha seguido adelante con estas expulsiones.

La Unión de Libertades Civiles ha intentado impugnar esta acción en los tribunales, y aunque una corte ordenó la detención de las expulsiones bajo esta ley, el Departamento de Estado procedió con la deportación de 17 migrantes más el pasado domingo.

En cuanto al cruce de la frontera sur, los datos reflejan una disminución significativa en los últimos meses. En septiembre de 2024, se registraron más de 53,000 cruces irregulares, mientras que para marzo de 2025, esa cifra se redujo a tan solo 7,000. Este descenso podría ser el resultado de las duras políticas implementadas, que incluyen no solo la detención y deportación, sino también el temor de los migrantes a las consecuencias legales derivadas del cruce irregular. Ahora, quienes cruzan la frontera sin documentos no solo enfrentan la detención, sino también acusaciones legales que podrían llevar a condenas y a la deportación inmediata.

Con la amenaza constante de las detenciones y las duras políticas migratorias, las expectativas de obtener un estatus legal en Estados Unidos parecen más distantes para quienes buscan una nueva vida en este país

La administración Trump continúa con su plan, a pesar de los desafíos legales y de derechos humanos que enfrenta, marcando un capítulo de fuertes tensiones en la historia reciente de la migración en los Estados Unidos.

 

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