El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania Trump, están en Iraq para una visita sorpresa a los soldados en ese país.
Trump cumple así con su de viajar a una de las zonas de guerra de Estados Unidos que él ha considerado como costosos errores.
Después de un vuelo secreto durante la noche desde Washington, la difícil situación de seguridad restringió a Trump a una visita clandestina 15 años después de la invasión estadounidense.
Una foto tuiteada por la portavoz de la presidenta mostraba al presidente, con un abrigo negro y corbata roja, posando para una foto con soldados uniformadas. La señora Trump se quedó sonriendo junto a él, vestida con una blusa color mostaza.
Trump ha intentado distanciarse de los enredos extranjeros que él describe como errores imprudentes cometidos por sus predecesores, incluida la guerra en Iraq.
Recientemente ordenó un retiro de los 14.000 soldados estadounidenses en Afganistán y un retiro completo de 2.000 soldados de Siria. No ha declarado planes para los aproximadamente 5.000 soldados estadounidenses en Iraq, que regresaron al país en 2014 para luchar contra el ISIS.