
Una nueva versión de la variante ómicron del coronavirus se está expandiendo por decenas de países, incluido Estados Unidos, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado a las autoridades sanitarias que investiguen sus características para saber si supone un nuevo riesgo por su capacidad de contagio o letalidad.
Esta nueva versión, conocida como BA. 2, es descendiente de la variante ómicron responsable del aumento de contagios en Estados Unidos y en todo el mundo, conocida por los virólogos como BA.1.
“El linaje descendiente de BA. 2, que difiere del BA. 1 en algunas de las mutaciones, incluso en la proteína de la espiga, está aumentando en muchos países”, escribió la OMS en su página de internet.
“Las investigaciones sobre las características de BA. 2, incluidas las propiedades de escape inmunológico y su virulencia, deben priorizarse independientemente (y en comparación) con BA. 1”, agregó.
Los virus mutan constantemente y hasta el momento no hay pruebas de que esta nueva versión de ómicron sea más virulenta, se propague más rápido o escape mejor a la inmunidad producida por las vacunas o por infecciones previas de COVID-19.
“No creo que haya ninguna razón para pensar que esta sea mucho peor que la versión actual de ómicron”, dijo al periódico The Washington Post el virólogo Robert Garry, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tulane.
La nueva versión ha sido detectada en países como India, Dinamarca, Reino Unido, y al menos tres casos han sido descubiertos en el Hospital Metodista de Texas, que está estudiando la composición genética de las muestras de virus de sus pacientes.