La Marcha de la Vida ya se ha desarrollado en 14 naciones y más de 350 ciudades. Uno de sus principales ideadores es el pastor alemán Rubén Gutknecht, descendiente de una familia alemana que participó en la matanza de judíos, quien dijo que su presencia, “aunque parezca irónico, es una muestra del perdón y la reconciliación que sólo se logra con la fe y el amor que Jesús pone en el corazón de quienes le sirven”.
Para los organizadores de la marcha, encabezados por el pastor y músico Manny Valera “en los últimos años la Marcha de la Vida ha demostrado su amistad y su solidaridad con el pueblo judío y con el estado de Israel y en contra de la avalancha de odio que a menudo encontramos en el mundo de moderno”.
También estuvieron presentes líderes evangélicos como Ezequiel Molina Rosario, presidente del Ministerio La Batalla de la Fe; el pastor Mauro Vargas, Obispo electo del Concilio Iglesias de Dios; la hermana Ana Inés Polanco, promotora de la influencia judía en el país; el comunicador Carlos Peña, la pastora Lucy Cosme, Dío Astacio, el pastor Pedro Piñeiro, Jovino Guzmán, la dominicana Iris Toro, coordinadora del evento en Houston; otras personalidades evangélicas de influencia.
Los participantes manifestaron que toda expresión de apoyo a Israel y los judíos constituye una bendición para este país por lo que instan a todos los creyentes que entienden las promesas divinas escritas en la Biblia a favor de esa nación de Medio Oriente “a luchar contra el antisemitismo hacia el pueblo de Dios”.
La parte musical de la Marcha de la Vida estuvo a cargo las bandas de la Policía Nacional, de la Armada Dominicana, de la Fuerza Aérea, shofaristas, decenas de danzarinas, percusionistas y un gran coro acompañado por una banda profesional.