No hay ningún jugador en la Liga Nacional, ni siquiera Shohei Ohtani, más valioso en su equipo que el puertorriqueño Francisco Lindor en los Mets esta temporada. Los aficionados del equipo de Queens son testigos de eso en cada jornada. Nadie valora el talento, la pasión y el entusiasmo de Lindor más que un fanático en particular de los Mets: Se trata del venezolano Carlos Mendoza, quien casualmente es el dirigente del equipo de Lindor.
Le pregunté a Mendoza el miércoles, antes de que los Mets consiguieran su séptima victoria consecutiva con su barrida de los Medias Rojas, si se imagina a alguien que haya hecho más para su conjunto que lo que Lindor ha hecho por Nueva York en el 2024.
“Absolutamente nadie”, contestó Mendoza.
Eso era sólo el inicio.
“Sé que hay muchos excelentes jugadores haciendo excelentes cosas por sus equipos esta temporada”, continuó Mendoza. “Pero lo que ha hecho este hombre para esta franquicia está en una clase aparte, y eso es tanto dentro como fuera del terreno. Cuando un jugador especial también es una persona especial, en cuanto a su compromiso y dedicación se refieren, es una fantástica combinación.
“Ésta es su cuarta campaña en Nueva York, ¿cierto? Es muy evidente que éste ya es su hogar. Nueva York es su casa y su único enfoque es ser la mejor versión de sí mismo — en el plato, y jugando en el campo corto a un nivel élite para los Mets de Nueva York — y ser un líder en este equipo. Debo agregar que jamás le he pedido hacer todo eso. Simplemente para él es algo natural; tiene esa clase de presencia. Y te puedo asegurar que eso impulsa a sus compañeros”.
“Ésta es su cuarta campaña en Nueva York, ¿cierto? Es muy evidente que éste ya es su hogar. Nueva York es su casa y su único enfoque es ser la mejor versión de sí mismo — en el plato, y jugando en el campo corto a un nivel élite para los Mets de Nueva York — y ser un líder en este equipo. Debo agregar que jamás le he pedido hacer todo eso. Simplemente para él es algo natural; tiene esa clase de presencia. Y te puedo asegurar que eso impulsa a sus compañeros”.
Mendoza está en su primer año como manager, aunque no se ha notado para nada. Con tranquilidad y eficacia ha sido también un líder para guiar a los Mets a pasar de marca de 22-33 a partir del 29 de mayo a 76-64 después de vencer a los Medias Rojas el miércoles. Por cierto, el piloto venezolano expresa lo mismo sobre Lindor — quien ha visto acción en cada partido de esta campaña — que el capataz anterior del club de Nueva York, Buck Showalter, siempre dijo.
“Este muchacho está listo todos los días”, declaró Mendoza. “Tocando madera, espero contar con él todos los días”.
Luego Mendoza agregó lo siguiente: “De vez en cuando, gentilmente traigo el tema de darle un día libre. Lo hice el otro día. Y me señaló el calendario y dijo, ‘El 5 de septiembre. Ése es mi día libre’”.
Efectivamente, fue un día libre para todos en los Mets, con el próximo partido programado el viernes contra los Rojos en el Citi Field.
Lindor tuvo un lento comienzo esta temporada, pero ha marchado a todo motor desde que Mendoza lo cambió a primer bate en la alineación. Desde el 21 de mayo, según el Elias Sports Bureau, Lindor es primero en la liga en promedio (.314), segundo en porcentaje de embasarse (.380), segundo en slugging (.575), primero en OPS (.955), primero en hits (121), primero en extrabases (54), empatado de segundo con 23 jonrones y tercero en anotadas con 70.
Aquí, algunos de los números de Ohtani en el mismo trecho, según Elias: Batea .259, lleva porcentaje de embasarse de .351, slugging de .594 y su OPS desde finales de mayo es de .946. Y algunos saben que eso no cuenta toda la historia de Ohtani. Sigue siendo la maravilla del universo — incluso en un año en el que no es lanzador — pegando cuadrangulares y robándose bases como lo ha hecho, posiblemente rumbo a ser el primer miembro del club 50-50.
Pero Lindor, todavía con 30 años, ahora es un campocorto con 30 vuelacercas o más en cinco campañas diferentes. Sólo Alex Rodríguez, con siete, lo ha logrado más veces.
“Recuerdo que lo visité en su hogar y me senté con él por dos horas después de que me contrataron”, recordó Mendoza. “Y cuando terminamos, mi primera reacción fue, ‘Vaya, este muchacho es exactamente el que me habían contado que era’.
“Ya era uno de los mejores jugadores en el béisbol, y el único tema que trataba era que quería mejorar. Mira, se notaba desde el otro dugout. Pero me gusta eso más ahora que está en el nuestro, viéndolo batear — y batear para poder — desde ambos lados del plato y embasarse. Es el jugador completo, y eso es antes de que vean cómo une a todo el grupo”.
Algunas de esas cosas se pueden medir con las métricas, pero otras simplemente no se pueden. Hay que fijarse en lo siguiente: En este momento del año, cuando los Mets están pasando por su mejor momento, Lindor está demostrando su mejor nivel. Aquí no estamos para menospreciar — en lo absoluto — lo que está haciendo Ohtani en su primera temporada con los Dodgers, tanto en el plato como en los senderos. Pero al final, es un bateador designado y Lindor es un torpedero titular todos los días.
¿El balance final? Lindor es el bateador ambidiestro que juega todos los días y es el jugador más completo que los Mets de Nueva York han tenido.
“Se trata de Nueva York”, declaró Mendoza. “Aquí el ruido es bien alto. Pero partido tras partido, discretamente él se encarga de hacer su trabajo”.
Los coros de “MVP” se escuchan cada vez más fuerte cuando entra Lindor al terreno del Citi Field. Y con mucha razón.