18 de mayo de 2025

La temporada ciclónica que inicia el 1 de junio podría traer huracanes más intensos y frecuentes. Así lo expresó Gloria Ceballos, directora de la Oficina Nacional de Meteorología (Indomet), durante una entrevista ofrecida en el programa D’AGENDA, por Telesistema canal 11.

Ceballos se mostró enfática al señalar que el calentamiento anómalo de las aguas del océano Atlántico, en niveles inusuales para esta época del año, es el detonante de este preocupante pronóstico

Aunque las aguas del Pacífico se mantienen en condiciones neutras —ni El Niño ni La Niña presentes—, el calor acumulado en el Atlántico ha alterado lo que debería haber sido una temporada “normal”.

Según los modelos y análisis de distintas agencias meteorológicas, se esperan entre 16 y 17 tormentas con nombre, de las cuales nueve podrían convertirse en huracanes, y cuatro de ellos alcanzar la categoría de huracanes intensos. Una cifra que, aunque menor que la del 2024 —cuando se registraron 18 tormentas—, no debe generar complacencia, ya que la peligrosidad de la temporada no radica en el número, sino en la intensidad y el impacto de los fenómenos.

Nosotros adelantamos que sería una temporada hiperactiva y muchos lo consideraron exagerado, pero que lo digan los habitantes de la Florida”, dijo Ceballos al recordar los estragos causados por los huracanes Helen y Milton

Solo en ese estado, las pérdidas superaron los 190 mil millones de dólares y se reportaron más de 300 muertes a causa de Helen.

La preocupación es legítima. Ceballos citó el ejemplo del huracán Beryl, un fenómeno tipo Cabo Verde que se formó inusualmente temprano en la temporada y que, a pesar de no tocar tierra dominicana, arrasó con el litoral desde el malecón del Distrito Nacional hasta Boca Chica con marejadas destructivas. Milton, por su parte, sorprendió en octubre, un mes en que normalmente no se espera un fenómeno de tal envergadura.

La directora de Indomet también advirtió sobre el desplazamiento de los sistemas frontales hacia el litoral caribeño, lo que traerá consigo mayores precipitaciones para el Gran Santo Domingo, San Cristóbal y zonas aledañas, aliviando en parte la crisis de agua que ha afectado a estas localidades.

En términos más amplios, Ceballos no dejó pasar la oportunidad para destacar que el cambio climático es ya una realidad innegable. Las temperaturas actuales, dijo, son tan elevadas que “parece que pasamos del invierno al verano sin primavera”. Solo en los primeros 15 días de mayo se han registrado temperaturas de hasta 35 grados Celsius, un síntoma más del calentamiento global que, según los registros, ha hecho de esta década la más calurosa de la historia moderna.

“En 2023 superamos los dos grados por encima de los niveles preindustriales, algo que se esperaba para finales del siglo XXI. Ya ocurrió”, señaló. Lo que antes era predicción, ahora es evidencia: sequías extremas, lluvias torrenciales, huracanes devastadores, heladas inusuales y olas de calor sin precedentes se están convirtiendo en el nuevo patrón climático global.

Ante este panorama, la consigna de Ceballos fue clara y contundente:
“Hay que estar preparados siempre.” Porque ya no se trata de si habrá un huracán fuerte, sino de cuándo, y de qué tan listos estaremos para enfrentarlo.

 

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